jueves, 8 de julio de 2021

AGRESIVIDAD Y CONTROL DEL ENCÉFALO EN TEA

 El comportamiento agresivo es un síntoma común en algunas personas con trastorno del espectro autista (TEA) y puede ser especialmente difícil de manejar para las familias. En particular, los padres informan con frecuencia de que la agresividad en su hijo es más angustiante para ellos que el que tenga unas habilidades de adaptación pobres.

En los niños con desarrollo neurotípico (NT), hay cada vez más pruebas de que el aumento de la agresión se asocia con el funcionamiento del cerebro en las regiones de control de las emociones o de la conducta. Las regiones identificadas incluyen la amígdala, el tronco cerebral, la corteza orbitofrontal, la corteza prefrontal dorsolateral y la corteza cingulada anterior. Estas regiones también podrían estar asociadas con el aumento de la agresividad en los niños con TEA.

El equipo de Rebecca Lundwall et al. (2017) ha analizado la estructura encefálica de personas con TEA y controles para ver si se podía establecer una relación entre los volúmenes de las estructuras cerebrales y los síntomas de agresión reportados por los padres en niños con TEA. La idea puede ser útil para valorar la agresividad como un indicador de diferentes subcategorías de TEA. También hay la esperanza de que una mejor comprensión de los correlatos cerebrales con los resultados conductuales podría contribuir a la identificación de intervenciones eficaces.

Los participantes fueron reclutados a través de centros de servicios comunitarios de apoyo al autismo, atención médica y educación. En principio se seleccionaron los datos de una muestra más grande de más de 150 niños y adultos inscritos en el estudio longitudinal, y de ellos se seleccionaron 45 niños varones con TEA que tenían puntuaciones disponibles en la Lista de Verificación de Conducta Aberrante y datos de neuroimágenes. Los 45 participantes con TEA tenían entre 3 y 13 años de edad, y a ellos se sumaron, de 18 niños varones con desarrollo típico (NT) del mismo rango de edad para poder comparar datos y usarlos como grupo control.

El nivel de agresividad se determinó a partir de la subescala de Irritabilidad de la Lista de Comprobación de Conducta Aberrante (Aberrant Behavior Checklist), y se usó una puntuación de corte ≥18 para indicar alta agresividad y < 18 para el estado de baja agresividad. De acuerdo con este corte, 14 participantes con TEA estaban en el grupo de alta agresividad, 31 participantes con TEA estaban en el grupo de baja agresividad, y los 18 participantes NT estaban en el grupo de baja agresividad.

Texto completo. El blog de José Ramón Alonso