Yo Mª Carmen Blasco Ruíz
dedico este libro a
Fulgencio Valera Jiménez
deseo que
no tengas miedo de la vida, ten miedo de no vivirla.
No hay cielo sin tempestades ni caminos sin accidentes.
Sólo es digno del podio quien se vale de las derrotas
para alcanzarlo.
Sólo es digno de la sabiduría quien usa las lágrimas
para regarla.
Los débiles utilizan la fuerza; los fuertes, la inteligencia.
Sé un soñador, pero aúna sueños con disciplina, pues los
sueños sin disciplina producen personas frustradas.
Debate las ideas. Lucha por lo que amas.
8/7/2.012
PREFACIO
Este libro hablará al corazón de los padres y los maestro. Ellos luchan por el mismo sueño, hacer felices, sanos y sabios a sus hijos y alumnos, pero nunca estuvieron tan perdidos en la ardua tarea de educar. Ambos trabajan y cultivan los territorios más difíciles de trabajar, los de la inteligencia y la emoción.
No escribo para héroes, sino para personas que saben que educar es cumplir el más bello y complejo arte de la inteligencia. educar es creer en la vida, aun derramando lágrimas. educar es tener esperanza en el futuro, aunque los jóvenes nos decepcionen en el presente. Educar es sembrar con sabiduría y cosechar con paciencia. educar es ser un buscador de pepitas de oro que va tras los tesoros del corazón.
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