El pasado viernes 7 de noviembre se presentó la guía que he elaborado para la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de Castilla-La Mancha. Se puede acceder a ella en el siguiente enlace: Pincha aquí
“La educación inclusiva no es solo una cuestión de
justicia, sino también de inteligencia colectiva”
Adela Cortina
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Tras la visualización del vídeo “Todo lo que tienes que saber sobre la vida”, caben destacar varios puntos. Uno de los mensajes principales que transmite es de tener un proyecto de vida. Rojas refuerza que para tener este proyecto hay que basarse en cuatro pilares fundamentales: el amor, el trabajo, la cultura y la amistad. En base a lo que comunica, cuando estos aspectos están bien orientados, se logra tener una verdadera madurez emocional. Y plantea que algo fundamentar para cualquier docente es aprender a gestionar las emociones y descubrir nuestras fortalezas. Por lo que, si en un futuro vamos a formar a personas seguras de sí mismas y autónomas, debemos incorporar en el aula un espacio para la educación emocional.
Como futura docente, estas ideas tienen una aplicación directa en la educación. La escuela no debe ser un lugar en el que únicamente se trabajen los contenidos académicos, sino que también debe trabajar competencias humanas. Acompañar al alumnado en su crecimiento personal implica enseñarles a gestionar sus emociones, a tener una visión a largo plazo y a saber a perdonar. Por tanto, nuestra misión como docentes, consiste en guiar a los estudiantes para que consigan descubrir sus metas. Y para ello, no basta con explicar los contenidos, es necesario estar presentes, escuchar, orientar y ofrecer herramientas para que cada uno de ellos pueda construir una vida equilibrada.
En el vídeo, Enrique Rojas explica que la educación debe centrarse no solo en transmitir conocimientos, sino en formar a la persona en su conjunto. Para ello propone cuatro pilares fundamentales: la voluntad, la inteligencia, los sentimientos y la espiritualidad.
Habla de educar en valores, ayudando al alumnado a descubrir su propio sentido de la vida y a gestionar sus emociones. Como futuros docentes, esto implica acompañar, inspirar y enseñar con el ejemplo, guiando a cada niño y niña para que puedan desarrollar su potencial personal y emocional.
También destaca la importancia de la educación emocional. Es esencial enseñar a los estudiantes a identificar y comprender lo que sienten, sabiendo que no existen emociones buenas o malas, sino que todas forman parte de la vida. Además, resulta necesario abordar temas que a menudo son tabú, siempre desde una perspectiva sana, natural y respetuosa, ayudando a los jóvenes a construir relaciones afectivas maduras y equilibradas.
Por último, Rojas aborda el tema de la felicidad, señalando que no depende tanto de la realidad en sí como de la interpretación que hacemos de ella. Según explica, cuatro aspectos influyen en alcanzarla: mantener una actitud positiva, sentirse satisfecho con la relación entre lo que deseamos y lo que conseguimos, moderar nuestras ambiciones comprendiendo que la felicidad está más en el camino que en la meta, y ser capaces de crecer ante las dificultades.
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