lunes, 26 de septiembre de 2022

Todo lo que me enseñaron los niños. JOSÉ ANTONIO FERNÁNDEZ BRAVO, MAESTRO.

 Empezamos el curso 2022-23 con ilusión  y muchas  ganas de seguir aprendiendo.


"Como futuros maestros, LOS NIÑOS nos enseñan a Pensar".



Versión Completa. Cuaderno de viaje de un maestro. José Antonio Fernández Bravo, MAESTRO.


20 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy Andrea Giménez Micó. 2º Primaria D. Quiero destacar la importancia que este hombre le da a que los niños/as sean protagonistas. No para de destacar que son los niños/as los que marcan su propio ritmo y además señala que de los niños/as se aprende cada día. Hace reflexionar en que los maestros/as son las que personas que deben adaptarse a la forma y circunstancias que tiene cada niño a la hora de aprender, y es ahí cuando empezamos a ver de qué manera el niño/a disfruta aprendiendo y, sobre todo, sin ver el ir a clase como algo malo, ya que muchos niños se les hace un mundo ir a clase porque algo se les da mal o les da vergüenza que se rían de ellos. Como he dicho en el comentario, este hombre expresa exactamente la escuela que quiero.

Lucia dijo...

La escuela que yo quiero debe de ser un sitio lleno de alegría, ilusión, creatividad y respeto.
Una escuela donde el conocimiento no sea obligatorio, es decir, que los niños vayan a la escuela y aprendan porque ellos quieren y porque a ellos les interesa. Un sitio donde los niños lleguen sonriendo, con ilusión y entusiasmo, cantando y bailando. Donde el aprendizaje sea divertido y dinámico, a través de juegos, canciones, historias…. Un sitio donde se expresen con total libertad, sin miedos ni tapujos sorbe el qué dirán o sobre si está en lo cierto. Donde aprendan a través de valores, el respeto, el cariño, la cooperatividad. Un sitio donde la violencia no exista y los niños lo sientan seguro. Donde los niños jueguen a imaginarse el futuro que ellos desean sin ningún tipo de ataduras i de límites.
En resumen, la escuela que yo quiero es un lugar en el que los niños se sientas seguros, libre de dar su opinión y de actuar como ellos quieran, y sobre todo un lugar lleno de felicidad, de cariño y de comprensión.

Eva González López dijo...

¡Buenos días! Soy Eva González López, alumna del doble grado en Educación Infantil y Educación Primaria.
La escuela que yo quiero es una escuela donde se de la bienvenida a todos los niños, es decir, donde no se entiendan las diferencias o dificultades como un obstáculo, sino, como una oportunidad de aprender. Una escuela donde los docentes enseñen a cada alumno según sus necesidades y características específicas, logrando así que los discentes alcancen su máximo potencial y sobre todo que sean capaces de lograr sus sueños.
La escuela ideal debe ser un lugar donde se motiva a aprender, dónde estudiar no suponga una obligación, además de ser el lugar donde se enseñan habilidades sociales, la libertad de pensamiento, gestión y educación emocional…Porque solo así, educando de esta manera, conseguiremos formar jóvenes comprometidos que hagan de la sociedad un lugar mejor.
En definitiva, la escuela debe ser un lugar donde niños y niñas disfruten aprendiendo, el lugar de donde cada día deben salir con una sonrisa y motivados para volver al día siguiente, dónde se sientan valorados y atendidos.

Eva González López dijo...

¡Buenos días! Soy Eva González López, alumna del doble grado en Educación Infantil y Educación Primaria.
La escuela que yo quiero es una escuela donde se de la bienvenida a todos los niños, es decir, donde no se entiendan las diferencias o dificultades como un obstáculo, sino, como una oportunidad de aprender. Una escuela donde los docentes enseñen a cada alumno según sus necesidades y características específicas, logrando así que los discentes alcancen su máximo potencial y sobre todo que sean capaces de lograr sus sueños.
La escuela ideal debe ser un lugar donde se motiva a aprender, dónde estudiar no suponga una obligación, además de ser el lugar donde se enseñan habilidades sociales, la libertad de pensamiento, gestión y educación emocional…Porque solo así, educando de esta manera, conseguiremos formar jóvenes comprometidos que hagan de la sociedad un lugar mejor.
En definitiva, la escuela debe ser un lugar donde niños y niñas disfruten aprendiendo, el lugar de donde cada día deben salir con una sonrisa y motivados para volver al día siguiente, dónde se sientan valorados y atendidos.

Anónimo dijo...

Soy Isabel Taviro Horcajada, de 3º del doble grado de Educación Infantil y Primaria. Este señor destaca la importancia como a los niños le afectan mejor o peor las tareas o fichas que realizan en clase. Nos comenta que los niños no aprenden de nosotros, sino que somos nosotros, los docentes, los que aprendemos cada día de los niños porque cada día nos enseñan algo diferente por mucho que creamos que no. Los niños son los que marcan su ritmo, por mucho que tú quieras que los niños lleven un ritmo determinado, cada niño tiene unas necesidades y por ello, no podemos obligar a que todos los niños lleven el mismo ritmo. En relación al video, dice que la educación es hacer feliz a los demás y estoy completamente de acuerdo de eso, debido a que con la educación puede ayudarnos y hacer la vida más agradable a los demás.
La escuela que yo quiero tiene que ver mucho con todo lo que ha comentado este hombre en el video, debido a que por ejemplo las distintas asignaturas que se imparten en clase no son fines, sino son medios para que las personas puedan desarrollarse y estos medios les ayuden. A mi me gustaría que en mi escuela se enseñaran más cosas sobre la vida cotidiana, cosas que hacen falta en el día a día y no tanta materia que únicamente lo que van hacer los alumnos va a ser estudiarla de memoria para el examen y al día siguiente ni acordarse. Tiene que ser una escuela donde los alumnos se motiven aprender nuevas cosas, donde cada día tengan ganas de ir a la escuela con alegría e ilusión porque saben que van aprender algo nuevo que les va a resultar útil en un futuro. Deben de destacar los valores, el respeto, la empatía porque son cosas mucho más importantes que cualquier otra asignatura y van por encima. Los niños deben de aprender jugando, mientras se divierten porque de esta manera van a tener ganas de cada día aprender más cosas porque saben que se van a divertir. Este es el tipo de escuela que yo quiero, donde los niños se diviertan y puedan aprender, donde también cuente su opinión y se sienta ellos mismos, se sientan libres.

Anónimo dijo...

Soy María Gómez López, alumna de tercero del doble grado de Educación Infantil y Primaria.
Este vídeo de José Antonio Fernández Bravo me ha resultado de gran interés y me ha hecho reflexionar y plantearme sobre esas labores que tienen los maestros y de cómo deben de conseguir que el niño disfrute aprendiendo, basándose siempre en el amor y en el humor.
La escuela que yo quiero es un ambiente basado en igualdad, cariño, tolerancia, empatía, compañerismo, ilusión y sobre todo inclusión.
Esa escuela debe ofrecer y aportar al alumnado una formación desde varias perspectivas y no sólo desde la académica. Al mismo tiempo, y en relación también con lo que cita el vídeo, crear maestros comprometidos. Personas que aman lo que hagan y que amen también a ese alumnado al que se dirige. Otro punto que también me parece importante es esa colaboración que tiene que existir entre la familia y la escuela, fomentar esa cooperación entre ambas ya que son los dos pilares fundamentales de aprendizaje a los que se enfrenta el niño.
Ofrecer oportunidades que ayuden al pensamiento libre, a fomentar esa creatividad de los niños, a despertar el interés por aprender y por motivarse. Además, a que ellos mismos sean los responsables de su propio aprendizaje. Un lugar donde se sientan seguros y felices y no tengan miedo a expresarse o a ser juzgados.
En resumen, una escuela donde se priorice el bienestar de los niños y donde tengas ganas de ir cada día a descubrir y aprender cosas nuevas.

Anónimo dijo...

Soy Ana Mª Novillo González, alumna del doble grado en Educación Infantil y Primaria. En este vídeo llamado “Todo lo que me enseñaron los niños” protagonizado por el maestro José Antonio Fernández Brazo, se transmite a los futuros docentes la necesidad de superarnos día a día en nuestra profesión, ya que esta misma es que la nos enseña a los maestros lo maravillosa que es.
Los docentes, tenemos una labor muy importante en el aula, y es la escucha que debemos realizar con nuestro niños/as. Esta es la que nos permitirá valorar el conocimiento que estos tienen hacia la vida y su desarrollo ante ella. Saber las necesidades que cada niño/a tiene a nivel individual es muy importante para poder facilitarles su crecimiento tanto en lo personal como en lo cognitivo.
Por ello, la escuela que yo quiero es una escuela donde la relación que se establezca entre el alumno/a y el maestro/a esté basada en los valores y el respeto, elementos indispensables para que el progreso del alumnado sea significativo. Esto quiere decir que todo estará fundamentado en el aprendizaje que se llevará a cabo en el aula, en particular, y en su vida, en términos más generales.
Además, la escuela que yo quiero es una escuela libre, en la que los niños y niñas puedan indagar en los aspectos que más le interesen, y en la que puedan descubrir aquellos que desconozcan, es decir, una escuela en la que tengan la suficiente autonomía como para explorar el mundo que les rodea. Una escuela en la que puedan apoyarse cuando encuentren obstáculos, en el camino que los lleva a esta libertad. Una parte fundamental de la escuela somos nosotros, los docentes; por ello, debemos aportarles confianza y, evidentemente, las herramientas necesarias para que alcancen esta libertad de la que hablamos.
Para finalizar, y a modo de conclusión de todo lo mencionado con anterioridad, cabe destacar la importancia que los docentes tenemos en el aula y, sobre todo, en las de infantil ya que somos los encargados de hacer funcionar el motor que propaga el aprendizaje en los niños y las niñas.

Anónimo dijo...

Soy Mónica Lozano García de 2º D Educción Primaria.
Tras la gran charla realizada en cuanto a la educación y respuestas acerca de las inquietudes de otros docentes, quiero recalcar la gran importancia que tienen los niños. Pues como ha dado a explicar este docente, los niños nos enseñan a nosotros más de lo que imaginamos. Hay que tener en cuenta que, en una programación didáctica de alguna actividad realizada para hacerla en clase, por mucho que un docente tenga todo coordinado nunca finaliza como supuestamente debería de haber terminado. Y eso es lo bonito de la educación, el hecho de realizar actividades donde los niños tomen el rol importante de una clase y surja la creatividad, las ganas de aprender, la curiosidad, la participación, la imaginación, etc. Las verdaderas características de los niños porque no son pequeños adultos, son niños que están averiguando el mundo que les rodea, y lo importante a veces no es que acierten una pregunta o hagan a la perfección una tarea, sino que comprendan lo que hacen, entiendan el porqué de algo, sientan ilusión por lo que están averiguando, se cuestionen dudas, obtengas ganas de aprender, etc.
En definitiva, que no detengamos los pies a los niños, sino que se sientan libres de lo que realizan y que, como docentes, aprendamos de otras formas de ver y no nos de miedo a que no salga como nosotros esperemos una actividad. Hay que dejar paso a los verdaderos protagonistas de la educación, a los niños.

Por otra parte, la escuela que yo quiero es un lugar donde sean verdaderamente bienvenidos los niños. Donde estos sean los protagonistas del entorno que les rodea, marcando el ritmo que los propios niños necesiten, dejando de lado las diferencias y agradeciendo la diversidad, amando la creatividad e imaginación y no acortando esas facultades tan características de ellos, etc. Una escuela libre, con ganas de aprender, de experimentar, de desarrollar nuevas cualidades, en definitiva, un segundo hogar para ellos que se sientan cómodos y valorados.
Recalcando el hecho de una escuela donde los niños no aprendieran conceptos para luego olvidarlos o no saberlos llevar a cabo, sino todo lo contrario. Un centro que no suponga estudiar como algo obligatorio, sino como un método para aprender conocimientos necesarios para el desarrollo personal e intelectual del propio niño. Pues educar no solo es determinar una serie de conceptos claves que todo niño debe saber, es formar a niños que se sirvan por sí solos, desarrollen sus capacidades, se desarrollen tanto como persona e intelectualmente y como no, entre todos, creen una sociedad amada y respetada entre todos ellos.

Anónimo dijo...

Buenas tardes, soy Claudia Romero Mudarra, alumna de 3º del doble grado de educación infantil y primaria. La escuela que yo quiero es una en la que los niños se cuestionen la vida, una escuela en la que la curiosidad sea el motor que mueva el aprendizaje. En relación al vídeo comparto el pensamiento de José Antonio, "No hay aprendizaje donde no haya un desafío", considero fundamental que los niños tengan ganas de ser mejores, tengan ganas de saber y de conocer. Por otro lado, es imprescindible fomentar la ilusión, hacer llegar a nuestros alumnos los aprendizajes, las lecciones, de tal manera que nosotros como docentes nos sintamos realizados y sintamos que estamos dejando huella en su corazón para siempre. Todos nos acordamos de algún profesor que nos marcó a lo largo de nuestra vida, y son aquellos que se abren con sus alumnos y se muestran tal y como son. La escuela que yo quiero es una escuela en la que los alumnos piensen cuando se hagan mayores con orgullo, una escuela en la que los profesores no caigan en el olvido. Una escuela en la que todo el mundo tenga cabida, donde la amabilidad, el respeto y la tolerancia sean lo más importante. Destaco la frase de Fernández Bravo, "la educación es hacer la vida más agradable a los demás", ya que para mí el propósito primero de la educación corresponde con esto. Por otra parte, desde mi punto de vista, considero que no deberíamos intentar que los alumnos entiendan cómo damos clase o qué les queremos decir, sino que somos los profesores los que debemos entender cómo quieren aprender ellos, cómo les resulta más significativo ese aprendizaje. Los niños no deben crecer para entender el mundo, porque entienden el mundo a su manera. Concluyo citando una frase en relación a lo anterior que se menciona en el vídeo y que me ha marcado desde que la he escuchado: "Nosotros queremos hacerles mayores y ellos lo que quieren es hacernos pequeños." Creo que deberíamos intentar comprender su mente en vez de hacer que ellos quieran comprender la nuestra. Puede que la clave del aprendizaje resida en que los profesores sean capaces de volver a ser niños por un momento.

Anónimo dijo...

Hola! Yo soy Mila Atienza González, estudiante de 3º del Doble Grado de Educación Infantil y Primaria. La escuela que yo quiero parte de una base donde una buena educación será el respeto, la curiosidad y la creatividad. Un niño es creatividad absoluta, es decir, la utilizan para aprender y madurar. También tiene una curiosidad infinita, los niños están deseando aprender cosas nuevas. Hay que destacar, que estamos hechos de emociones y que tenemos que aprender a encontrar las emociones de los niños, para que se descubran como son y que quieren realmente. Unos de los objetivos esenciales que hay que perseguir en la escuela es que el alumno se divierta en clase, tenemos que convertir la escuela en un lugar adecuado donde el niño se divierta y no solamente lograr que se comporten como adultos, que escuchen y escupan dicha información, porque así solamente les estamos robando la esencia. Una función muy importante que tenemos que realizar los maestros, es escuchar a nuestros alumnos para así poder conocerlos como son realmente, ya que vamos a pasar mucho tiempo con ellos. Los niños tienen cosas muy interesantes que decirnos, al igual que muchas necesidades y están deseando de ser escuchados. Y en muchas ocasiones, los maestros aprenden de los alumnos. Sin embargo, cuando se da algún problema con un alumno lo que pretendemos es cambiar al niño, y lo que tenemos que hacer verdaderamente es cambiar la perspectiva del alumnos, ya que a través de esto conseguiremos que el alumno ponga fin a su problema. Es cierto, que cada niño es un universo, y cuanto mayor sea un problema con el niño mayor debe de ser nuestro reto para lograr que solucione dicho problema. Por último, otra función esencial que tenemos ante nuestros alumnos es darles las herramientas esenciales para que sean niños y adultos felices.

Anónimo dijo...

Soy Laura Caballero Mora de 3ª del doble grado de educación infantil y primaria.
En relación al vídeo: “Cuaderno de viaje de un maestro”. José Antonio, maestro de primaria, muestra muchas de las claves necesarias para construir lo que para todos (o al menos para mi) sería una escuela ideal.

Por ello, he de decir que la escuela que yo quiero coincide totalmente con la visión que José Antonio tras su larga trayectoria en el mundo de la educación nos ha transmitido.

Estamos acostumbrados a que el alumno se adapte al profesor, tanto a su forma de enseñar como a la respuesta esperada. Estamos acostumbrados a que el profesor siempre lleve la razón y, muchas veces, no damos pie a contemplar la posibilidad de analizar el punto de vista y la perspectiva del alumno. Es decir, muy pocas veces escuchamos al alumno y esto constituye un pilar muy importante a la hora de optimizar su aprendizaje.

Lo más importante y difícil a la vez es captar la curiosidad del niño, generar ese interés por el tema y sus ganas de aprender. Una vez conseguido esto, el proceso tanto de enseñanza como de aprendizaje será mucho más fácil. Además, es fundamental que nos aseguramos de que el alumno comprende lo que pretendemos enseñar y que si, por el contrario, no lo llegase a comprender, que escuchemos a dicho alumno e intentemos encontrar la manera más adecuada para que consiga entenderlo.

María Alcaide dijo...

Soy María Alcaide, alumna de 3º del Doble Grado.

La escuela que yo quiero es llena de diversidad, en donde los valores y el respeto sean sus cimientos. En la que se impartan clases de regulación emocional, en las que los alumnos aprendan a controlar sus emociones y empatizar con sus compañeros.
En la cual los alumnos sean los agentes principales de su aprendizaje. Una escuela en el que el maestro enseña desde el cerebro del que aprende como bien decía, José Antonio. Buscando siempre la atención de los alumnos desde su propio interés para crear así una necesidad de aprender. En esta escuela, no se busca una respuesta correcta, sino que sepan defender y explicar sus argumentos, realizando así razonamientos. Una escuela, en la que aprendan unos de los otros y se ayuden, explicándose entre ellos lo que más comprenden y a su vez entendiendo lo que les resulta más complicado.
Una escuela en la que se respire armonía y todos los miembros de ella se sientan como en casa.

Anónimo dijo...

Soy Nerea Vizcaíno Tornero, alumna del grado de Educación Primaria, 2ºD.
La escuela que yo quiero es ese lugar dónde los niños deben de entrar por la puerta con la ilusión de aprender, querer, respetar, llorar, emocionarse, reírse… Que aprendan que todos son iguales, aunque cada uno necesite sus necesidades, que se ayuden unos a otros, y que ningún niño quiera ser más que el otro en ningún aspecto, que sepan ser humildes y no se rían unos de otros. Los niños tienen que emocionarse para saber cuáles son sus sentimientos y que aprendan porque lloran o porque se ríen, que disfruten el día a día, que tengan creatividad, que sean honestos, que se hagan grandes y que se acuerden de los valores que aprendieron en la escuela, que miren hacia delante y sepan afrontar la vida de una manera o de otra.

Los docentes deben de adaptarse al niño, cambiar la metodología, para que ese niño no se frustre de que las clases sean monótonas y venga al colegio con voluntad propia, los maestros deben de enseñarle a los niños a progresar adecuadamente, que en la vida se puede tener errores, y que de ellos se aprende, que nada es perfecto y que los sueños existen, que con esfuerzo todo se consigue, solo hay que ponerle ganas e ilusión.

Cómo bien dice José Antonio Fernández Bravo los docentes aprendemos de los niños cada día, ellos nos enseñan todos los días algo nuevo, es recíproco, una escuela donde no se pierda las ganas de enseñar, las ganas de aprender, tener proyectos de futuro y saber que quieres ser cuando seas mayor. Es un honor ver un vídeo de un maestro que tenga tanta vocación y tanto cariño hacia los niños como tiene José Antonio Fernández Bravo, el explica todos los valores que una escuela debe de tener o por lo menos la escuela que yo quiero.

Silvia Panadero dijo...

¡Buenos días! Soy Silvia Panadero Delgado, estudiante del Doble Grado de Ed. Infantil y Primaria.

Bajo la cuestión de “¿cómo es la escuela que yo quiero?”, considero necesario incluirnos en la mente del niño/a, desarrollar nuestra imaginación y tratar de pensar como ellos: “¿Cómo es la escuela que la pequeña Silvia querría?”.

Una escuela en la que la oscuridad fuese el hogar de los duendes y las hadas que no pueden vivir bajo la luz del sol; los monstruos, los defensores de los más vulnerables; donde las princesas pudiesen llevar pantalones y zapatillas; los superhéroes faldas y vestidos; las sillas de ruedas fuesen cohetes supersónicos; las muletas, grandes espadas; cualquier producto de apoyo (como el audífono), regalos del futuro que nos llegan gracias a nuestra máquina del tiempo; las diferencias interculturales (razas, etnias, color de piel, etc.), billetes de viaje para ver el mundo entero; y un largo etc.

Es decir, la escuela que quiero se plantea como la puerta a un mundo de ilusión y emoción, a un segundo hogar, en el que todo individuo pueda sentirse querido, escuchado y respaldado por los demás. Es por ello, por lo que la Educación se ha de llevar a cabo desde el corazón, teniendo en consideración aspectos tales como la inclusión, la justicia, la empatía y la humildad.

En conclusión, la escuela a la que aspiro, ha de ser abierta y adaptativa a los diversos gustos, pensamientos, ideales que cada discente pueda presentar. Pues, la misma será la vía a partir de la cual se incorporen a la realidad adulta; y qué mejor manera de hacerlo que sintiéndose ellos mismos, valorados, especiales, únicos e inigualables. Esas diferencias, serán las que enriquecerán nuestra sociedad, promoviendo un futuro prometedor, donde brille la solidaridad e igualdad.

Anónimo dijo...

Soy Minerva Toledano Salido, Alumna de 3º del doble grado de educación Infantil y Primaria. La escuela que yo quiero es una escuela en la que esté presente el respeto y la inclusión de todo el alumnado. Un lugar donde cada uno pueda aportar sus valores e ideas y todo sea válido. Nosotros como docentes debemos adaptarnos al alumnado, ya que cada uno es diferente al otro y no todos presentan las mismas necesidades y para ello debemos hacerlo fomentando el respeto.

Debemos crear un ambiente en el aula que sea libre, que cada niño exprese sus pensamientos y creencias sin tener que estar cohibidos por lo que digan los demás. Que nuestros alumnos no tengan miedo al expresar su creatividad, ya que con la creatividad de cada uno podemos aprender todos.

También en relación con el vídeo, mencionar que como futuros docentes debemos de querer superarnos cada día más, hacerlo mejor y transmitirle nuestra motivación a nuestros alumnos y crear un ambiente de alegría en el aula. Nosotros somos un pilar fundamental en sus vidas, por lo que no solo debemos enseñarles conocimientos académicos, sino transmitirles valores y conocimientos para la vida.

Por tanto, para finalizar, decir que el aula debe ser un lugar donde brinde la felicidad, el amor de unos a otros y los niños y adultos puedan aprender entre sí, construyendo cada día personas llenas de valores.

Laura Gómez Fajardo dijo...

Buenos días, soy Laura Gómez Fajardo alumna de 2º de Primaria.

La escuela que yo quiero dada la importancia que tenemos los docentes en el crecimiento de los niños es una que impulse a los alumnos a activar todo su potencial, hacer lo posible por darle todo tipo de oportunidades. Además quiero una escuela en la que los valores sean imprescindibles para el crecimiento de los niños, centrarnos en enseñarles el cuidado de la salud mental, fomentarles el pensamiento crítico, enseñarles a rechazar la discriminación, darles la idea de que todos podemos cambiar y que todo el mundo merece una segunda oportunidad.
Quiero una escuela inclusiva que dé respuesta a la diversidad, una escuela pública en la que rebase la educación, el compañerismo, fundamental para que los niños puedan apoyarse los unos a los otros, aprendan a trabajar en equipo y pongan valores en común,el respeto, la tolerancia y la perseverancia. Una escuela con libertad de expresión, quiero que los niños sean capaces de expresar sus pensamientos cómodamente y que nadie se los cuestione y sobre todo una escuela en la que los niños aprendan de los niños.
Quiero una escuela en la que el currículo se aprenda de manera divertida ya que de esta forma los niños tendrán ganas de ir a clase y aprender divirtiéndose con otros niños.

Anónimo dijo...

Hola, soy Irene Martínez de la clase de 2ºD de Educación Primaria.
La escuela que yo quiero es un sitio donde los niños además de aprender materias aprendan a vivir. Quiero que la escuela sea un sitio donde los niños estén cómodos, donde les guste ir, donde se puedan expresar y donde aprendan a valerse por sí mismos y quererse como se merecen. Y entre otras cosas más, un sitio donde se sientan libres y respetados; pues como dice José Antonio Fernández Bravo, debemos proponer como principales objetivos del currículum: “provocar sonrisas en los que aprenden, abrir nuestras mentes para escucharlos, despertar su curiosidad, creatividad e inquietud; debemos de hacerles creer en sí mismos y tenemos que permitirles participar en la sociedad y en el mundo, pero utilizando la claridad, el empeño y el amor”.
De tal manera, que para que lo anterior se cumpla, nuestra escuela debe de anteponer a los alumnos y tienen que ser la principal razón por la que se muevan los docentes y el centro. Tienen que ser la voz principal en las clases y nosotros como maestros debemos de darles esa confianza escuchándolos. Y de ahí, comenzará el mutuo respeto y la libertad en nuestras escuelas, pues si nosotros los escuchamos a ellos, ellos nos escucharán a nosotros. Y entonces, comenzaremos a ser maestros realmente, pues aprendiendo de ellos les enseñaremos todo lo que somos, nos adaptaremos a sus necesidades y comenzaremos a cambiar las aulas a través del respeto, el cariño y la sensibilidad; pues como dice José Antonio: “El maestro es aquel que ama lo que hace, amando a aquel al que dirige lo que hace”, y así debe de ser nuestra docencia, dedicada a los niños, pues seremos su contacto directo y su apoyo durante mucho tiempo.

Anónimo dijo...

Soy Estefanía Fernández, alumna de segundo de primaria.
En primer lugar, he de decir que estoy en el segundo curso de esta maravillosa carrera que tanto me está aportando tanto a nivel personal como a nivel académico, y que a pesar de que aún no tengo claro que mención me gustaría escoger, si que me he planteado un par de veces como me gustaría que fuese el centro en el que yo trabajase.

Dicho esto, la escuela con la que yo sueño y en la que algún día espero trabajar tendrá que ser primero de todo, innovadora, es decir, que no siga los métodos de enseñanza y evaluación de la escuela tradicional. Para ello, las clases consistirían en realizar juegos en los que se enseñase los temas y contenidos que deben aprender los alumnos. De esta forma, el alumnado aprende mientras se divierte, ya que lo importante de este trabajo es mantener al alumnado motivado para un aprendizaje más efectivo.

Además, deberá constar del mobiliario necesario para los distintos problemas que presente cada uno de los niños que estudien allí.
Así como, de las instalaciones adecuadas para llevar a cabo actividades deportivas como natación o baile.

Otro aspecto favorable sería que el centro organizase eventos solidarios, como bailes o fiestas donde el dinero recaudado sería destinado a asociaciones u otros lugares necesitados.

Y por último y más importante aspecto a destacar, el centro donde yo quiero ejercer, me gustaría que fuese un lugar en el que se enseñasen valores, esto es, que los niños aprendan a como ser respetuosos con los demás, a aceptar al resto tal y como son, y a ser mejores personas. Porque no hay mejor sensación que estar en un lugar donde brinde la igualdad y el respeto.

Anónimo dijo...

Soy Natalia Valerio, alumna de 3º del Doble Grado. Este vídeo me ha parecido muy interesante ya que te hace reflexionar sobre nuestro trabajo como docente, nosotros somos los que intentamos inculcar a los alumnos la educación que ya tenemos y desarrollar la creatividad y el respeto hacia los demás.
En resumen, la escuela que yo quiero es aquella basada en el respeto, la educación, la creatividad, inclusión y compañerismo. Es muy importante la inclusión y el respeto, ya que los alumnos deben saber que todos los niños son iguales a pesar de las diversidades que les presenta la vida, por lo que hay que intentar como docentes que todos los niños y niñas jueguen juntos y no dejar a nadie solo.
También destacamos como importante la relación de familia y escuela la comunicación entre el docente y el niño o niña ya que en esas relaciones hace que el niño o niña se sienta más seguro y se sienta como en casa. Para ello, los niños y niñas tienen que ser escuchados y a la vez que ellos aprenden de nosotros como docentes, nosotros aprendemos de ellos, ya que nos dan una perspectiva diferente a la nuestra que también nos hace reflexionar.

Anónimo dijo...

Hola!! Buenos dias, soy Alicia Ruiz, alumna del doble grado.
La escuela que yo quiero es aquella donde prime el respeto, la tolerancia y el amor entre los niños y el profesor. Una escuela sin barreras, donde todos aprendemos y nos enriquecemos de las diferencias que existen en cada una de las personas que conforman la clase.
Para mi, es muy importante que el docente escuche a sus alumnos. Como bien dice Jose Antonio en el video " Cuaderno del viaje de un maestro", el docente aprende y descubre nuevos conceptos escuchando a sus alumnos. Es el docente el que debe de adapatarse a cada uno de sus alumnos.
Además, creo que una cualidad importante que todo docente debe de tener, es la creatividad y la imaginación.
Puedo concluir, diciendo que la escuela debe ser un espacio donde el niño aprenda jugando y divirtiendose con sus compañeros, es decir, donde el niño sea feliz.